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Amenazan con pintas homofóbicas al presidente del MHOL

25 febrero, 2011

Como si no fuera suficientemente hilarante el panorama homofóbico de este país, esta mañana la casa del presidente del MHOL, Jorge Chávez, apareció con pintas amenazantes (“Muerte a los gays”), aparentemente firmadas por un grupo neonazi denominado Vanguardia Nacional. Además, fue dejado un sobre negro con una carta y fotos sacadas del Facebook del activista, a modo de advertencia.

Este tipo de homofobia tan marcada, según los fragmentos de la carta que reprodujo el activista en su blog, describe a un grupo ultraconservador (“el orden natural del todopoderoso”), cerrado en sus teorías hilarantes de ocupación sionista (los judíos son la ‘causa’ de todos los males del mundo) y bastante desinformado (“antagonismo de lo natural”). Debemos preguntarnos qué origina tanta imbecilidad.

Un homofóbico es una persona que no ha resuelto su propia homosexualidad. Un neonazi es una persona que achaca sus propios fracasos a los judíos y a los grupos disidentes. Para un homofóbico la homosexualidad es un problema propio que no puede resolver (heterosexuales y homosexuales finalmente lo resuelven) y que le causa gran tormento e inseguridad. Afirmar el odio irracional contra los homosexuales, amparado en la fuerza del grupo, le da cierta seguridad en medio de tanto tormento. De esa manera, ya siendo un neonazi, construye una explicación precaria del mundo, en donde él es una víctima de las conspiraciones de grupos ‘decadentes’, generalmente minoritarios. La homosexualidad constituye la decadencia máxima, pues atenta contra la ‘sacrosanta’ familia tradicional (una mentira puesta al descubierto en post anteriores). También, a pesar de todo el tormento en el que se mueven estas personas, se miran a sí mismos como mártires o héroes de una causa superior, una causa fácilmente manipulable por un líder al que obedecen ciegamente (el culto al líder es una característica evidente desde Hitler hasta los grupos neonazis de la actualidad).

¿Qué nos queda claro? Que hay gran terror de parte de grupos ultraconservadores por el avance en la lucha política de las minorías sexuales, especialmente en este año electoral. Los neonazis son personas que no pueden soportar que el mundo cambie y se distancie de la rigidez de sus moldes doctrinarios. Son tan cerrados que esperan que el mundo se adapte a sus retrógradas interpretaciones y no que las interpretaciones expliquen los cambios inevitables del mundo. A pesar de todo lo malo, este es un mensaje claro de que la sociedad está cambiando rápidamente, al punto que el fracaso de los ideales dogmáticos de estos grupos es evidente. El mundo está cambiando y personas como estas solo pueden intentar medidas desesperadas para intentar amedrentar a personas que nunca han negado lo que son, como es el caso del activista Jorge Chávez.

Varias cosas me distancian de Jorge Chávez y el tipo de lucha del MHOL, pero en casos como estos hay que expresar nuestra solidaridad y nuestro respaldo. Como le sugerí hace unas horas, debe hacer la denuncia respectiva y, por si acaso, andar con cuidado, siempre acompañado, pues estos neonazis son de un accionar muy variado (desde masacrar travestis en mancha hasta volantear propaganda neonazi en las Marchas del Orgullo), pueden ser chiquillos jugando a ser ‘salvadores’ o fanáticos totales. No estaría de más contactarse con Carlos ‘Techito’ Bruce, también amenazado por Vanguardia Nacional, para que lo sucedido rebote en los medios y genere declaraciones de parte de los políticos.

Menos golpes y más leyes

16 febrero, 2011

El sábado 19 de febrero el MHOL convoca a “Besos contra la homofobia: la resistencia”, nuevamente en la Plaza Mayor, a las 5 p.m.; una especie de continuación (aunque más política) de la actividad que la tarde del 12 de febrero terminó con varios activistas golpeados de mano de policías. Más allá de que la primera parte de esta actividad se les salió de control a los organizadores (supongo que no se imaginaban semejante golpiza), lo importante para resaltar, luego de los acontecimientos, son los logros políticos de los dirigentes que han sabido tener presencia en los medios, tanto nacionales como internacionales, hacer las denuncias respectivas (comisaría, Inspectoría PNP, Defensoría del Pueblo, instancias internacionales, ONGs derechohumanistas) y sacar declaraciones favorables de parte de distintos políticos (Alan García, Susana Villarán, Carlos Bruce, Susel Paredes, Ronald Gamarra, Hernán Núñez, Javier Diez Canseco, Jorge Ramírez, etc.). Me parece estupendo que el activismo LGTB en este país evolucione del compedecimiento mutuo a la exigencia de los derechos ciudadanos, de las leyes que nos protegen.

Me pregunto, por ejemplo, qué pasaría si un grupo de heterosexuales, hombres y mujeres, se hubiera besado en las gradas de la Catedral. ¿Los policías habrían reaccionado de la misma manera? Como bien señalan algunos, ni siquiera en manifestaciones realmente provocadoras, como el lavado de la bandera, se había visto tanta brutalidad. Cipriani tiene mucho que ver, él nos adora. En la web de El Comercio hay un sinnúmero de fanáticos religiosos para quienes el problema ha sido la falta de respeto hacia los católicos en su templo; sin embargo, ese argumento no resiste el menor análisis. Para comenzar, los hechos no fueron dentro de la Catedral, sino en las afueras, en la vía pública; en segundo lugar, y como bien ha enfatizado Alan García, las libertades sexuales en este país están garantizadas por ley, de modo que si no creo en Cipriani y la religión que dice representar, no tengo por qué atenerme a sus dogmas, pues mis derechos ciudadanos prevalecen sobre cualquier disparate religioso (esto lo debieron tener bien claro los policías). Si tanto les jode a los católicos, que miren a otro lado o que se muden a Nigeria. Si temen porque sus niños van a ver “un espectáculo antinatural”, igual, miren a otro lado o métanlos en una burbuja que los aísle del mundo; si temen que los pequeñines se van a “malograr” o “convertir en homosexuales”, son unos padres pésimos e ignorantes. ¿Cómo diablos les van a explicar la sexualidad llegado el momento? ¿Cómo les van a explicar la procreación? ¿Con la historia de la gallinita? Francamente estúpido, al punto de la vergüenza ajena. Y un imbécil ejemplar es Philip Butters, con sus últimas opiniones (¿acaso no es alarmante que el conductor de un programa radial promueva la violencia?).

La indignación ante la violencia policial ha llegado incluso a medios de otros países (mientras que en el Perú muchos medios conservadores han tratado de silenciar lo sucedido). En otros países, como Francia, Estados Unidos o España, lo que sucedió es visto con bastante horror y preocupación, les recuerda lo mucho que tiene este país de tercermundista y lo mucho que todavía tenemos que luchar. Había turistas que el día de la golpiza condenaban las acciones de los policías y se llevaban una pésima impresión de Lima, la que se supone es la capital de un país en progreso. Un amigo canadiense me hizo un comentario muy gracioso, referente a la idea de república bananera que manejan los países del primer mundo sobre Latinoamérica: según él, con lo acontecido el sábado, el Perú se parece a Macondo, uno de los prototipos de pueblo sudamericano que construyó el escritor García Márquez en sus obras.

Es una buena noticia que la lucha se esté tornando más política. Por ejemplo, me parece positivo que esta mañana los dirigentes del MHOL se reunieran con las autoridades de la Policía Nacional, después de exigir el día de ayer la renuncia del ministro del Interior y del jefe de la VII DETERPROL (PNP), quienes prometieron una investigación a fondo, después que el MHOL identificara a 12 de los suboficiales que escondieron sus gafetes al agredir a los activistas el sábado. Y eso no es todo: que el lunes Susana Villarán amadrinara el matrimonio simbólico de las parejas homosexuales en el Parque Kennedy, tras haber promulgado una ordenanza municipal en contra de la discriminación sexual, además de un curso de derechos humanos para los serenos, es una noticia excelente. Sus medidas son a favor de darle justicia (balance) a un grupo desprotegido. Precisamente esto es lo que más resaltaría de lo acontecido: leyes, cosas concretas, no solo declaraciones de indignación en época electoral. Necesitamos más Susanas Villarán en la política, necesitamos muchas en el Congreso para lograr lo que nos proponemos.

Respeto a los que se van a ir al segundo “Besos contra la homofobia” (al que no voy a ir, por cierto). Sin embargo, debemos observar que, en buena cuenta, todo lo positivo que ha ocurrido tras la golpiza es un efecto de las ordenanzas de Villarán para protegernos (medidas concretas)  y de la acción política del MHOL. Pienso que lo que no debemos descuidar es precisamente la lucha política: incluso los que dicen que no necesitan pedir permiso para besarse (un lema simpático) están amparados en una ley que protege las libertades sexuales, pues si estuviéramos en Nigeria o en Irán la situación sería muy diferente. Son más medidas como estas (y su estricto cumplimiento) lo que nos hace falta. Y las leyes se consiguen por medio de los políticos a los que elegimos. Si tenemos más políticos de nuestro lado, será más fácil tener leyes que nos protejan y que reconozcan nuestros derechos.

Jorge Chávez, del MHOL, a pesar de lo crítico que fui en mi post anterior, lo difundió y defendió el activismo alegórico porque este no solo apela a la razón, sino también a los sentimientos. Respeto esa posición, pero en un contexto como este, cuando las elecciones están tan cerca, la urgencia es activismo político, de una vez por todas. El MHOL tiene alrededor de 28 años de activismo, pero sobre todo se trata de activismo alegórico, lo que ha originado que la situación no haya cambiado demasiado con respecto al reconocimiento de nuestros derechos. La enérgica respuesta que he visto desde la golpiza policial me obliga a retractarme cuando subestimé al MHOL como fuerza política, pero es ahora más que nunca cuando necesitamos que se concentren en comprarse el pleito político y no se desvíen. Estas elecciones son claves porque se habla del reconocimiento de nuestros derechos y conseguir leyes a nuestro favor es trascendental.

Algunos dicen (con razón) que en la vida cotidiana seguimos siendo discriminados, odiados, marginados. Y esto no va a cambiar mañana, ni el próximo año, sobre todo si no tenemos un salvavidas (leyes) sobre las que apoyarnos. Créanme que con una actividad tipo “Besos contra la homofobia” tampoco cambiarán mentalidades en la cotidianidad, quizás hasta las hagan más homofóbicas e intolerantes. Pero hay algo que trasciende de las creencias personales o de lo que cada quien considere moral o inmoral: la ley. Hay demasiada preocupación sobre cómo nos miran (si nos quieren, si nos odian) los que no son homosexuales y muy poca preocupación en construir nuestra protección legal con acción política. Precisamente la acción policial del sábado ha sido tan condenable y favorable hacia nuestros intereses porque no hay un razonamiento legal que sustente esa violencia, que está fuera de norma, fuera de ley.

Si quieren hacer activismo alegórico solo porque les preocupa cómo los miran o cuánto los quieren los otros, entonces habrán desperdiciado energías valiosas. Sin una ley que nos proteja los homofóbicos podrán seguir marginándonos y el Estado les dará la razón a los homofóbicos. Si quieren que un policía se lo piense muy bien antes de darles un varazo, si quieren tener la seguridad de que ante un acto discriminatorio el Estado se pondrá de su lado, entonces pensemos en hacer política y en conseguir leyes. Y no hay mejor momento para hacer política, para pensar muy bien qué nos conviene, que este escenario electoral. Si no reducimos el número de homofóbicos que entran al Congreso esta vez, será una derrota significativa, pues tendremos que esperar por los menos cinco años para pensar en que alguien reconocerá nuestros derechos, cuando este pujante y prometedor panorama se haya enfriado. Si lo reducimos, tendremos el poder para sembrar los cimientos de un país más democrático en el que, incluso si los homofóbicos no quieren, tendrán que respetar la ley que nos protege.

Les recomiendo bajar el Manual de derechos humanos aplicados a la función policial (y leer especialmente el capítulo IV, inciso B, numeral 6).

Les recomiendo visitar la web del MHOL.

Les recomiendo revisar mi propuesta de activismo político para estas elecciones.

Ser homosexual no es un delito

13 febrero, 2011

Si bien ya subestimaba la actividad “Besos contra la homofobia”, lo que ocurrió el día de ayer en la Plaza Mayor de Lima y alrededores sobrepasa cualquiera de mis expectativas. Si la intención era provocar violencia homofóbica, con varios golpes de por medio, los organizadores y concurrentes lo consiguieron. Pero dudo que esa haya sido la intención de una actividad pacífica, donde nadie se esperaba macanazos, sino hacer uso de un derecho constitucional. Me pregunto cuál fue la razón del ensañamiento, de los excesos; me pregunto quién movió a los peones policiales para que actuaran de esa manera contra los que se reunieron para llevar a cabo esta actividad pacífica. ¿Es delito que un homosexual se bese con su pareja en un espacio público? No soy abogado, pero trato de entender cuál fue la razón, en qué ley puede estar amparada la violencia policial de ayer. No encuentro la respuesta, salvo el puro abuso, la arbitrariedad. Me hace recordar a los años 70, en Estados Unidos, esa época en que la homosexualidad era fuertemente reprimida por considerársele un delito. En nuestro caso debemos preguntar por el estratega y no por los peones. ¿Quién ordenó esa violencia? ¿Bajo qué razón?

Habría que desmenuzar los hechos. Aunque no soy testigo presencial, me parece sumamente provocador que homosexuales se besen frente a la Catedral, especialmente si tenemos a la cabeza a un homofóbico como Cipriani. Me parecía una idea divertida y controvertida hasta esta mañana, que me enteré de lo ocurrido por los blogs LGTB; sin embargo, con la respuesta policial el humor deja de tener sentido. Es increíble que (prácticamente) ningún medio haya reportado lo ocurrido, a pesar de la gravedad de los hechos. En la práctica seguimos siendo ciudadanos de segunda categoría y el silencio es la peor arma que se puede aplicar contra nosotros. Hay alguien que tiene suficiente poder para silenciar lo ocurrido, alguien con poder político, una autoridad. No tengo dudas. Sigo recibiendo fotos y videos sobre lo ocurrido. Son contundentes, la opinión pública estaría de nuestro lado, pero nadie dice nada.


Para el Blog de Lima Gay se trató de un “bautizo de fuego”. Es posible, siempre y cuando todos los asistentes hubieran tenido claro que los iban a apalear; sin embargo, para mí es un bautizo en algo inútil. ¿Se trató de un bautizo «activista»? Empecemos desde el inicio. Es válida la pregunta: ¿Han conseguido algo con esta actividad? Yo quisiera saber qué. Quiero que quede claro que me solidarizo con las personas que fueron víctimas de estos excesos el día de ayer, pero también tengo mirar los problemas de casa: ¿qué se consigue con una actividad de este tipo? Hay demasiado activismo “alegórico”, una pérdida de energía, y muy poco activismo político, sobre todo en esta época electoral. He visto en los videos gays y lesbianas sumamente valientes, con una energía admirable que retaba las varas de los policías. Yo solo les sugiero que usen esa energía en actividades más efectivas, que aporten en la lucha, para que en unos años nadie pueda cuestionar que dos personas homosexuales o lesbianas se besen en un lugar público, lo que no pasa ahora. Primero necesitamos la ley, muchachos. Necesitamos leyes que nos protejan para que no nos peguen como a perros, en lugar de actuar como si ya tuviéramos esa protección. Creo que en ese sentido, el activismo político es más efectivo y se reciben menos golpes, por cierto. Tómenlo como sugerencia, esa admirable energía puede engendrar un activismo político poderoso que consolide una diferencia, sobre todo en esta época electoral.

Hace un par de días publiqué un bosquejo de estrategia para presionar a los políticos en estas elecciones. Casi todos los que lo leyeron dijeron “muy bonito”, “qué idea tan interesante”, pero nadie hizo nada realmente productivo. Nadie lo criticó, ni lo objetó, ni lo mejoró; tampoco nadie se puso en contacto para empezar a llevarlo a cabo. Jorge Chávez, de parte del MHOL, me dijo amablemente que estaban implementando una campaña llamada “Voto informado”, para señalar cuáles son los candidatos que están en contra del reconocimiento de nuestros derechos. También difundió mi post en su Facebook personal. Después le escribí por Facebook a Chrisstian Olivera, “director ejecutivo” del MHOL, pero no hubo respuesta, ni siquiera críticas. Solo silencio, ese silencio que nos aplasta una y otra vez, desde casa y desde fuera de casa.

Y ese silencio siguió en varios blogs y redes sociales gay, donde el último single de Lady Gaga fue más relevante que trabajar juntos en una estrategia política contundente a favor del reconocimiento de nuestros derechos. Aceptémoslo: la comunidad LGTB quiere seguir siendo víctima, quiere seguir recibiendo palazos, quiere seguir llenándose la boca con frases imbéciles, pero no quiere hacer un cambio, le hace falta huevos. Tal vez es cierto lo que leí una vez: el MHOL no tiene influencia en la comunidad LGTB, salvo para las actividades alegóricas como la Marcha del orgullo (porque ahí es más fácil conseguir un punto) o para ser contactado por los medios cuando matan a algún gay. Nada útil, siempre tarde. No puedo creer que un tipo como yo les pida que hagan activismo a los activistas, activismo político, activismo de verdad. Sería bueno que haya más que actividades sin sentido, en donde la gente va a recibir golpes gratis. Aunque esa es responsabilidad de los organizadores.

En momentos como estos, la definición de ‘homosexual’ como ‘cobarde’ parece tener sentido. Somos unos mariconazos totales, no podemos hacer nada significativo por nuestros derechos, salvo compadecernos entre nosotros, hacer rebotar las fotos en las que nos pegan y repetir frases imbéciles. Por pereza, por miedo, por indiferencia. Y no me vengan con eso de que  estamos en pañales: ¿cuántos años de activismo tenemos? Son más de cinco, más de diez, ¿y qué se ha conseguido con las patéticas marchas del orgullo peruanas y las otras actividades alegóricas, malos remedos de lo que se hace en países donde el contexto es sumamente diferente? ¿Qué se ha conseguido con estas actividades alegóricas?

De ahí, claro, cada vez que matan a un homosexual, salen los voceros a decir que somos unas víctimas totales, pobrecitos de nosotros los gays, que ¡ay! la sociedad me desprecia y que ¡ay! los crímenes de odio. ¿Y qué tipo de activismo de mierda hacen ustedes para contrarrestarlo?  ¿Por qué no cambian de una vez su masoquismo vicioso? No somos víctimas, ¡no lo somos! Tenemos el poder del voto y el poder del consumo, el poder de remover de sus cargos a los malnacidos que ordenaron la violencia de la tarde de ayer y el poder para quebrar los negocios de los homofóbicos. Pónganse las pilas, hagan circular un comunicado de prensa, exijan un pronunciamiento de parte de los candidatos presidenciales. ¡Firmas por votos! Ustedes se definen como activistas y han decidido estar al frente, entonces hagan eso significativo. Este es un momento importante para nosotros. Hablen con Bruce, con Villarán, necesitamos que los políticos se pronuncien, que esto se sepa. La lucha es política, no hay otra manera.

A los que fueron golpeados les sugiero que no se queden callados. Sé que hicieron una denuncia en la comisaría, que avisaron a la Fiscalía. Eso está muy bien, no dejen que los callen. Vayan a la Defensoría del Pueblo y a Inspectoría de la Policía, a los medios, pidan pronunciamientos de parte de los políticos. En este momento necesitan un abogado que los asesore para que esto no quede impune. Necesitamos demostrar que no nos vamos a quedar a llorar en casa, necesitamos hacer saber que estamos molestos y que esta acción va a tener consecuencias. Acción política, activismo de verdad. Hagamos algo, algo de lo que podamos estar satisfechos mañana para poder besarnos en donde se nos dé la gana al tener una ley que nos proteja.

Las imágenes son de Blog de Lima Gay, pueden verlas aquí.

En la web de El Comercio hay una nota sobre lo ocurrido. Pueden leerla aquí.

Nuestra contraofensiva electoral

11 febrero, 2011

El martes 8 de febrero los congresistas peruanos archivaron los proyectos de ley sobre la unión civil y patrimonio compartido entre personas del mismo sexo, según veo, por una interpretación legal sumamente antojadiza, más religiosa que científica. Sin duda esto constituye un duro golpe conservador a los avances de la lucha por el reconocimiento de nuestros derechos; pero bien, una vez asumido el golpe, ¿nos vamos a quedar de brazos cruzados, inmóviles, patéticamente quietos? ¡De ninguna manera! Tenemos que contrarrestarlo presionando a los candidatos presidenciales y congresales, hacerlos sentir que somos un sector electoral importante, que si nos ningunean o nos niegan los derechos perderán un considerable número de votos. Debemos dejarles claro que el estereotipo de loca de escandalete farandulero no representa a la mayoría de nosotros y que somos más, muchos más de los que ellos se imaginan. Es el momento de hacer una maniobra política que sea tajante y que sirva de precedente para el resto de la vida electoral de este país. Podemos hacerlo, por primera vez tenemos fuerza y presencia en la agenda política de los candidatos presidenciales, en los medios y en la sociedad en general. Si el golpe conservador ocurrido en el Congreso fue duro, nuestra respuesta debe ser diez veces más dura y drástica. ¡Démonos cuenta! Tenemos el gran poder del voto, el poder del que dependen los candidatos que se están postulando, el poder que hace la diferencia entre quién es elegido presidente y quién no, entre quién es elegido congresista y quién no. Somos ciudadanos con el poder del voto y vamos elegir quién nos representa y quién no. Y no solo eso, podemos convencer a nuestros familiares y amigos para que no voten por gente retrógrada.

En este momento, instituciones como el MHOL deben convocar a toda la comunidad LGTB para responder en bloque, con toda la fuerza posible. Podría ser convocando a una conferencia de prensa y anunciando la respuesta del caso, un apoyo en votos hacia los candidatos que apoyen nuestra lucha. Nadie dijo que conseguirlo sería fácil y prueba de ello es lo que acaba de ocurrir en el Congreso, pero no debemos desperdiciar la oportunidad en la que tantos políticos están de acuerdo en reconocer nuestros derechos. Debemos mantener nuestra presencia en los medios, inundarlos, estar ahí. Pensémoslo bien. Nosotros vendemos noticia, somos noticia, siempre somos atractivos para la prensa. Usemos ese poder también. Es hora de empezar a plantear estrategias para hacer la diferencia en esta campaña electoral y comprometer a las futuras autoridades en las promesas que hicieron con respecto al reconocimiento de los derechos de las minorías sexuales.

En el blog Con una mirada gay se hizo una propuesta que no puede ser más oportuna: hacer firmar a los candidatos que estén a favor de la unión civil entre personas del mismo sexo, incluyendo igualdad con respecto a bienes gananciales, patrimonio compartido, herencia, seguridad social, pensiones, acceso a créditos conjuntos, toma de decisiones sobre la salud del compañero(a) en caso de emergencia, visitas para el compañero(a) en el hospital o la cárcel, etc. Como es evidente, no estamos promoviendo el “matrimonio gay” (que incluiría, por ejemplo, la tan temida adopción de niños), no promovemos eso, que quede claro, sino igualar gran parte de las condiciones de vida con respecto a una pareja heterosexual; es decir, algo más parecido a la unión civil. Se trata de un compromiso de honor que cada candidato que esté a favor deberá firmar a cambio de nuestros votos. En este caso, propongo que el MHOL y otras instituciones afines, a nombre de la comunidad LGTB, se comprometan a darles su respaldo. ¿Y en qué consiste ese respaldo? El MHOL y todas las organizaciones afines deben informar a la comunidad sobre estos candidatos favorables al reconocimiento de nuestros derechos, de nuestra causa. Deben informarnos de quiénes son los candidatos ’gayfriendly’ para que nosotros y nuestros familiares y amigos votemos por ellos en esta elección, pues mientras más congresistas tengamos de nuestro lado más fácil será alcanzar el reconocimiento. En el caso de los candidatos que no estén interesados en firmar y comprometerse a impulsar estas medidas, el MHOL y las organizaciones informarán de cuáles son estos candidatos, de modo que de ninguna manera votemos por ellos. Nosotros podemos hacer la diferencia entre un candidato elegido y uno no elegido, vamos a demostrarlo en esta elección. Firmas por votos, esto es lo que debemos exigir.

Para comenzar, los congresistas que se pronunciaron en contra de los proyectos de ley que fueron archivados y que se estén postulando en esta nueva elección, perdieron nuestro voto automáticamente. Quiero la lista de esos congresistas para publicarla, vamos a hacerla rebotar en todos los blogs, redes sociales, chats y páginas gay. Esos congresistas que nos perjudicaron deben volverse inelegibles para la comunidad LGTB. Tachémoslos totalmente. Que voten por esos conservadores Cipriani  y sus secuaces del Opus Dei. Respondamos con algo concreto: nos perjudicaron oponiéndose a nuestra ley, entonces pierden para siempre nuestros votos y los de nuestros familiares y amigos.

Los bloggers y los administradores de páginas web debemos hacer rebotar en nuestros lectores esta estrategia contra los políticos conservadores. Informemos, hagamos esto en conjunto, les prometo que dará resultados. Somos una fuerza más grande de la que se imaginan algunos ingenuos, por lo cual no debe ser subestimada. Olvidémonos del activismo alegórico-circense y concentrémonos en el activismo político. La elección está a un par de meses, suficiente tiempo para que esta estrategia funcione y seamos una fuerza que los políticos tendrán que respetar. Dejémonos de victimizarnos y encaminémonos en hacer esta lucha efectiva, que puede ser histórica y cambiar para siempre el escenario político. Todos estamos aquí y el reconocimiento de derechos está muy cerca, ahora debemos presionar.

Esa es la estrategia en conjunto que propongo. Pero esto no funciona con una sola persona. Necesito que sea enriquecida y mejorada por ustedes, que todos los que puedan aportar desde algún campo profesional (publicidad, periodismo, derecho, sociología, etc.) o no profesional lo hagan. Y como primer paso, enviémosles cartas a todos los candidatos a la presidencia y al Congreso (más abajo ajunto la lista de todos los candidatos por Lima), adjuntando un compromiso de honor de ambas partes, tanto del político como de la comunidad LGTB, representada por el MHOL. Si el compromiso es devuelto firmado, les daremos nuestro voto; de lo contrario, les será negado y ninguneado por toda la comunidad LGTB y nuestros familiares y amigos. Les aseguro que habrá muchísimas respuestas y desde todos los partidos.

Bajar lista de Candidatos al Congreso por Lima 2011